Wednesday, April 9, 2025

otra


La hora nebulosa cuelga pesada, húmeda, caliente,
 Mi corazón, una colmena martillada, contiene el calor meloso.
 Tu forma fantasma, un pensamiento fragante y fragante,
 Flits a través de mi featera nebulosa y tonta, fallida
 De sentido sobrio.  Los suspiros suaves escapan de mi alma,
 Un revuelo sutil, una picadura dulce y secreta.
 Veo tu forma, más allá de mi control borroso,
 Y escucha el silencio que trae tu presencia oculta.
 Mi lengua todavía sabe el toque tierno que diste,
 El tobogán de seda, el deleite estremecido y agudo.
 Cada curva, cada cresta, una ola cautivadora,
 Eso se estrelló y se acurrucó en una noche cremosa y aferrada.
 Anhelo aprender el paisaje de tu piel
 Cada valle velado, cada terciopelo, subida vibrante.
 Olvida el teléfono, las tontas palabras dentro,
 Olvida el mundo reflejado en tus ojos.
 Huyamos de esta refriega, esta escena endeble y desvaneciente,
 Y encuentre un bosque, fragante, lejano y profundo.
 Donde las extremidades entrelazan, una pantalla frondosa y amorosa,
 Y susurrados deseos calculan el mundo para que duerma.
 Construiremos nuestro Bower, atado por Bark y Bough,
 Y rompa nuestro pan debajo de los árboles doblados.
 Luego el cuerpo descubierto para el cuerpo, aliento para cejar,
 Mezclaremos y quemaremos con una brisa maravillosa y balsá.
 Hasta el amanecer, con húmedo, diamante de luz,
 Revela los reinos que hemos recorrido en el juego entusiasta,
 Y sabré cada sombra, brilla brillante,
 Y amo tu belleza en el día duradero.

Monday, March 31, 2025

a poem in some kind of meter

dobalina


Fair Marzipam, of alabaster hue,
Whose fingers, stout, a gentle purpose knew,
No orphan now, but bound by kindred's chain,
A family found, where shadows did remain,
A kinship born of guilt, a heavy grace.
She held a beauty, quiet in her face,
Yet moved with grace that echoed, strong and free,
A paradox for all the world to see.
She'd smile, and suitors, poor of earthly worth,
Would find a hope, a blossom newly birthed. 
For Marzipam, with kindness in her soul,
Would bid them rise, and make their spirits whole.
Her heart, it yearned for lands of northern snow,
For Canada's vast wilds, where breezes blow.
From maple's sweet, to mountains capped with white,
She dreamed of them, by day and through the night.
A princess strange, with passions all her own,
On alabaster throne, she sat alone,
And yet, not truly, for her heart did keep,
The weight of guilt, and slumber did not sleep.